Como bien sabemos, Gorilla Glass es muy resistente a los rayones y sobrevive a algunas caídas, pero su fórmula pasó 40 años en un cajón y sin la ayuda de Jobs, probablemente jamás hubiera salido a la luz. En aquel entonces, Steve no estaba satisfecho con la pantalla de plástico con la que se iba a lanzar el primer iPhone y en su búsqueda por una alternativa, hizo un enorme pedido de pantallas con Gorilla Glass y gracias a esto, Corning Incorporated pudo comenzar la producción en serie y se convirtió en una de las empresas más importantes en su campo. Si miras tu smartphone, es muy probable que cuente con Gorilla Glass.


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